Cuida de ti mismo.
Asegúrate de pasar tiempo con tus amigos. Inicia un club literario o de comidas para asegurarte de interactuar semanalmente con otras personas.
Si no conoces a nadie cerca de tu casa, será vital que hagas el esfuerzo de conocer gente. Si te gusta hacer escalada, ve a practicarlo en el gimnasio o en algún club.
Empieza a conocerte a ti mismo.
El que vive solo tiene mucho tiempo para explorar lo que le mueve. Medita, escribe en un diario y experimenta con lo que te hace feliz. Se ha demostrado que conocer nuestras fortalezas distintivas y aplicarlas a algo mayor que nosotros (por ejemplo, destinar un grandioso talento para la carpintería a las obras sociales) contribuye a sentir una mayor felicidad.
Practica la autodisciplina.
Oblígate a levantarte y a vestirte bien todos los días, aunque no tengas pensado ir a ninguna parte. Incluso un esfuerzo mínimo puede marcar la diferencia a la hora de combatir la soledad.